
LA INVESTIGACIÓN EN COMUNICACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA CUALITATIVA
Margarita Villa
http://crudaentrega. blogspot.com.
El presente comentario corresponde al capítulo VI: Las Mediaciones, perteneciente al libro La investigación en comunicación desde la perspectiva cualitativa cuyo autor es Guillermo Orozco Gómez.
La comunicación es un objeto de estudio, como otros tantos, que puede ser visto desde diferentes posturas académicas y, porqué no desde el simple aporte del usuario, que en definitiva somos todos.
Ya sea desde la visión de Manuel Serrano o la de Jesús Martín Barbero, la comunicación requiere de un análisis pormenorizado que nos permita acceder a ella modificándola o no a partir de reconocerla, su aprehenderla y concientizarla en la medida de lo posible.
Obviamente que este proceso no es inmediato y menos aún masivo. No todos tenemos la posibilidad de adentrarnos en cada uno de los resquicios que nos presenta el acto de comunicar ni, mucho menos controlarlos, pero sí es posible racionalizar y sistematizar algunos procesos que nos permitan trabajar de la mejor forma los contenidos que tengan que ver con la comunicación en nuestras aulas.
Si entendemos que tanto sociedad como comunicación confluyen en el hombre también debemos considerar que la ideología es un ingrediente importante que complejiza aún más la idea de comunicación. A todo esto sumémosle la intrincada red de esquemas guiones o repertorios-según los diferentes aportes-de los cuales nos servimos para hacer significativa la información.
Tal complejidad parece nimia cuando se nos presentan situaciones en las cuales no somos más que simples receptores de la realidad y en donde la tan mentada interacción entre sociedad y medios cumple, probablemente, mejor sus fines.
Negar que las más de las veces somos receptores inermes de un bombardeo mediático que atraviesa todas las instituciones es reafirmar, una vez más, nuestra disposición encriptada frente a los medios y sus poderes. Es por eso que nuestra posibilidad de inferir debe estar constantemente nutrida para no caer en un reduccionismo que nos lleve al conductismo de Pavlov, es donde nuestra campanilla sea un control remoto.
América Latina tiene esa postura reduccionista que se refleja desde siempre, aún desde antes de que la comunicación forme parte de los grandes foros. ¿Visión limitada impuesta? Tal vez. Lo real y práctico es que somos, según los que saben, receptores nómades, aparentemente librespensadores, que pretendemos interactuar desde una cultura con creaciones que no son del todo nuestras y desde las cuales debemos proyectarnos.
No existe lo prístino en comunicación. Todo está creado. Aunque parezca ésta una postura derrotista mi planteo, una vez más, es el de buscar la critica como camino a la excelencia. Es harto difícil pero no imposible. Recordemos que tenemos la posibilidad maravillosa que nos brinda nuestra carrera: modelar a un ciudadano que sea propio crítico de su criticidad.
Margarita Villa
http://crudaentrega. blogspot.com.
El presente comentario corresponde al capítulo VI: Las Mediaciones, perteneciente al libro La investigación en comunicación desde la perspectiva cualitativa cuyo autor es Guillermo Orozco Gómez.
La comunicación es un objeto de estudio, como otros tantos, que puede ser visto desde diferentes posturas académicas y, porqué no desde el simple aporte del usuario, que en definitiva somos todos.
Ya sea desde la visión de Manuel Serrano o la de Jesús Martín Barbero, la comunicación requiere de un análisis pormenorizado que nos permita acceder a ella modificándola o no a partir de reconocerla, su aprehenderla y concientizarla en la medida de lo posible.
Obviamente que este proceso no es inmediato y menos aún masivo. No todos tenemos la posibilidad de adentrarnos en cada uno de los resquicios que nos presenta el acto de comunicar ni, mucho menos controlarlos, pero sí es posible racionalizar y sistematizar algunos procesos que nos permitan trabajar de la mejor forma los contenidos que tengan que ver con la comunicación en nuestras aulas.
Si entendemos que tanto sociedad como comunicación confluyen en el hombre también debemos considerar que la ideología es un ingrediente importante que complejiza aún más la idea de comunicación. A todo esto sumémosle la intrincada red de esquemas guiones o repertorios-según los diferentes aportes-de los cuales nos servimos para hacer significativa la información.
Tal complejidad parece nimia cuando se nos presentan situaciones en las cuales no somos más que simples receptores de la realidad y en donde la tan mentada interacción entre sociedad y medios cumple, probablemente, mejor sus fines.
Negar que las más de las veces somos receptores inermes de un bombardeo mediático que atraviesa todas las instituciones es reafirmar, una vez más, nuestra disposición encriptada frente a los medios y sus poderes. Es por eso que nuestra posibilidad de inferir debe estar constantemente nutrida para no caer en un reduccionismo que nos lleve al conductismo de Pavlov, es donde nuestra campanilla sea un control remoto.
América Latina tiene esa postura reduccionista que se refleja desde siempre, aún desde antes de que la comunicación forme parte de los grandes foros. ¿Visión limitada impuesta? Tal vez. Lo real y práctico es que somos, según los que saben, receptores nómades, aparentemente librespensadores, que pretendemos interactuar desde una cultura con creaciones que no son del todo nuestras y desde las cuales debemos proyectarnos.
No existe lo prístino en comunicación. Todo está creado. Aunque parezca ésta una postura derrotista mi planteo, una vez más, es el de buscar la critica como camino a la excelencia. Es harto difícil pero no imposible. Recordemos que tenemos la posibilidad maravillosa que nos brinda nuestra carrera: modelar a un ciudadano que sea propio crítico de su criticidad.
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